12.4.08

La hora de la economía

Las primeras encuestas abril 2008 realizadas en la capital han coincidido en las cifras relativas a la aprobación presidencial: 35%.
Sin embargo, mientras el registro de la Universidad de Lima marca una tendencia decreciente (febrero, 40.8%; marzo, 38.4%) el sondeo del Instituto de Opinión Pública de la PUCP, detecta una ligera recuperación de dos puntos con relación al mes anterior.
Con márgenes tan estrechos, resulta difícil establecer aún cuán firme es en el tiempo una u otra bitácora entre la opinión pública limeña, sin duda la plaza más fuerte de respaldo a la gestión gubernamental.
Próximos sondeos a nivel nacional van, ciertamente, a encoger los porcentajes capitalinos. Las preguntas son hasta dónde y si un declive pronunciado en esta escala, no impone la necesidad de cambios mayores en el equipo ministerial a los realizados meses atrás.
El desgaste durante la etapa 2006-2007 era, hasta cierto punto, esperable y natural –en abril del año pasado, en Lima, el apoyo navegaba por el 60%-, pero el ingrediente nuevo en la coyuntura de este año viene por el lado de la economía.
Básicamente, aumento de los precios en el rubro alimentos y la caída del tipo de cambio.
La sensibilidad ciudadana sobre estos temas es obvia, tanto que el respaldo a la gestión del ministro de Economía Luis Carranza llega apenas a 24.9% este mes en la estadística del Grupo de Opinión Pública de la Universidad de Lima.
El asunto va asomando como uno alejado de lo pasajero o coyuntural, para pasar a ser un factor que promete acompañarnos cuando menos a lo largo de todo 2008 y acaso también 2009. Nada menos.
El FMI ha vuelto a alertar ayer a países como el Perú sobre la posible ruta de la economía mundial, especialmente cuando la recesión norteamericana ha dejado de ser una previsión para convertirse en una realidad, en buena cuenta anunciada por la misma Reserva Federal.
En ese sentido, el organismo multilateral ha llamado a hacer las previsiones internas necesarias ante un escenario con mercados internacionales de materias primas complicados: precios de metales con tendencia a la baja y precios de alimentos en claro ascenso.
A todo esto, cabe sumar, asimismo, que el barril de petróleo ha traspasado la barrera de los U$ 100 y todo indica que no va a bajar tan fácilmente de cota tan elevada.
El gobierno va a requerir reflejos, eficacia y talento enormes para sortear los impactos externos que, acaso, recién han comenzado a dejarse sentir.
Caso contrario, la cosa puede empezar a complicarse en serio en los meses por venir.

Foto: Luis Carranza, ministro de Economía y Finanzas

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