2011 está pintando negro
La última encuesta nacional de Ipsos-Apoyo (12-15 de agosto, 1000 personas, 16 ciudades principales), merece más de una mirada porque ha traído no sólo estadísticas alarmantes sobre la hora actual sino también porque adelanta un primera aproximación al escenario electoral de 2011.
Las cifras recogidas en este estudio de opinión pública están revelando –acaso como ninguna medición anterior- que el creciente descontento ciudadano con el gobierno, ya está empezando a definir las opciones que medirán fuerzas en las ánforas dentro de tres años.
Como lo señala la misma encuestadora, la administración registra sus niveles más bajos de respaldo desde el inicio de su mandato en 2006.
En promedio nacional, el presidente Alan García cosecha ahora sólo 22% de respaldo, mientras que 75% le expresa su rechazo.
Aunque continúa siendo su plaza más fuerte, el desgaste y desaliento también comienzan a ganar terreno en Lima: 31% vs. 66%.
Pero donde la cosa se pone peliaguda es en el interior en donde, en valores agregados, apenas 12% apoya la gestión presidencial y 84% la desaprueba, con depresiones porcentuales para el insomnio en distintas regiones: 12% vs. 88% (Centro), 16% vs. 78% (Norte), 17% vs. 82% (Oriente) y ¡4% vs. 93%! (Sur).
Inflación , incumplimiento de promesas, falta de trabajo, pobreza y errores similares a los del quinquenio 85-90 son algunos de los motivos principales alegados esta vez por los entrevistados para justificar su desapego con el gobierno.
La otra sorpresa del sondeo es que en este momento, Luis Castañeda encabeza la intención de voto para 2011 con 20%, pero le pisan los talones Keiko Fujimori y Ollanta Humala con 18% cada uno; Lourdes Flores más atrás con 13%, seguida por Alejandro Toledo con 11% y al fondo, con 5%, Jorge del Castillo.
Aunque prematura, la foto electoral permite aguaitar hacia dónde y cómo se moverían los ánimos populares ante una eventual jornada electoral.
Y en ese ensayo, Castañeda ganaría una segunda vuelta frente a cualquiera de sus seguidores más cercanos del momento; la hija del procesado en la Diroes vencería en un repechaje en las urnas a Humala y éste, por ahora, no aparece todavía con capacidad de llegar a la Presidencia.
Como que los problemas de hoy, sumados a la impericia del régimen en varios frentes, le están abriendo la puerta grande al cuatrerismo fujimorista y al radicalismo nacionalista apadrinado por Chávez.
Más que suficiente para que el gobierno reaccione, relanzando su gestión para recomponer en serio su relación con los ciudadanos.
Caso contrario, el año 2011 puede empezar a pintar muy negro.
La última encuesta nacional de Ipsos-Apoyo (12-15 de agosto, 1000 personas, 16 ciudades principales), merece más de una mirada porque ha traído no sólo estadísticas alarmantes sobre la hora actual sino también porque adelanta un primera aproximación al escenario electoral de 2011.
Las cifras recogidas en este estudio de opinión pública están revelando –acaso como ninguna medición anterior- que el creciente descontento ciudadano con el gobierno, ya está empezando a definir las opciones que medirán fuerzas en las ánforas dentro de tres años.
Como lo señala la misma encuestadora, la administración registra sus niveles más bajos de respaldo desde el inicio de su mandato en 2006.
En promedio nacional, el presidente Alan García cosecha ahora sólo 22% de respaldo, mientras que 75% le expresa su rechazo.
Aunque continúa siendo su plaza más fuerte, el desgaste y desaliento también comienzan a ganar terreno en Lima: 31% vs. 66%.
Pero donde la cosa se pone peliaguda es en el interior en donde, en valores agregados, apenas 12% apoya la gestión presidencial y 84% la desaprueba, con depresiones porcentuales para el insomnio en distintas regiones: 12% vs. 88% (Centro), 16% vs. 78% (Norte), 17% vs. 82% (Oriente) y ¡4% vs. 93%! (Sur).
Inflación , incumplimiento de promesas, falta de trabajo, pobreza y errores similares a los del quinquenio 85-90 son algunos de los motivos principales alegados esta vez por los entrevistados para justificar su desapego con el gobierno.
La otra sorpresa del sondeo es que en este momento, Luis Castañeda encabeza la intención de voto para 2011 con 20%, pero le pisan los talones Keiko Fujimori y Ollanta Humala con 18% cada uno; Lourdes Flores más atrás con 13%, seguida por Alejandro Toledo con 11% y al fondo, con 5%, Jorge del Castillo.
Aunque prematura, la foto electoral permite aguaitar hacia dónde y cómo se moverían los ánimos populares ante una eventual jornada electoral.
Y en ese ensayo, Castañeda ganaría una segunda vuelta frente a cualquiera de sus seguidores más cercanos del momento; la hija del procesado en la Diroes vencería en un repechaje en las urnas a Humala y éste, por ahora, no aparece todavía con capacidad de llegar a la Presidencia.
Como que los problemas de hoy, sumados a la impericia del régimen en varios frentes, le están abriendo la puerta grande al cuatrerismo fujimorista y al radicalismo nacionalista apadrinado por Chávez.
Más que suficiente para que el gobierno reaccione, relanzando su gestión para recomponer en serio su relación con los ciudadanos.
Caso contrario, el año 2011 puede empezar a pintar muy negro.
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